América Latina y el tsunami de la derecha
El Tsunami de la derecha viene arrasando con muchos de los derechos alcanzados en la década pasada en América Latina.
Estos derechos no fueron adquiridos sólo por la “buena voluntad” de lxs gobernantes de turno, quienes deberán hacer una crítica real y constructiva de sus gestiones, teniendo en cuenta el porqué de los resultados de la elecciones (más allá de la jugarreta de los Medios Masivos de Comunicación -MMC- con el empresariado y los espacios de poder de la burguesía) sino también y sobre todo, por el pueblo, la ciudadanía que fue reconstruyendo sus lazos, luego de los devastadores ´90. Esa ciudadanía que se reencontró con el vecino, ese que la pasa igual o peor, que dejó de ser un enemigo para pasar a ser un aliado.
Es que en la región “el horno no está para bollos” si nos ponemos a recorrer encontramos que en Argentina una marcha multitudinaria se dió lugar la semana pasada ante la actitud del gobierno macrista que logró aprobar, a las apuradas y con situaciones violentas dentro y fuera del Congreso, la ley que recorta la protección social de lxs jubiladxs, niños y niñas. Ni que hablar del vaciamiento de los medios públicos, acallando miles de voces y pensamientos diversos. Con genocidas en prisión domiciliaria y los desaparecidos sin aparecer….
Lo más preocupante es que estas medidas pueden seguir el año que viene si el presidente insiste en promover una reforma laboral retrógrada, semejante a la implementada en Brasil comandado por Temer (presidente que llega al poder por medio de un “golpe blando” a la presidenta Dilma Rousseff), avanzando contra los derechos de lxs trabajadores que tanto esfuerzo, lucha y muertes han costado a toda la humanidad. Veremos que pasa en las elecciones que vienen, ya que Lula tiene todas los chances de salir elegido nuevamente.
Me pregunto qué pasará en México, el gigante del norte, si el PRI pretende mantenerse en el poder mediante la vieja y conocida estrategia del fraude, o si siguen apareciendo periodistas asesinadxs.
En Perú, todas las miradas y oídos están puestas en la posible destitución de Kuczinsky orquestada por una farsa institucional manipulada por la mayoría parlamentaria fujimorista. Con lo cual, lo que sigue para cualquiera que tenga dos dedos de frente y pueda mirar más allá de su smartphone, es el indulto negociado al ex presidente Alberto Fujimori, hoy encarcelado.
En Honduras su presidente quiere pasar por alto la voluntad popular expresada por la ciudadanía a favor de Salvador Nasralla, su oponente. Es por esta situación que se viene desarrollando una protesta desde hace casi un mes exigiendo el reconocimiento de su derecho a elegir.
Termino con claros ejemplos de la efectividad de la derecha en Latinoamérica continuando con Chile y la victoria de Sebastián Piñera ante la incapacidad de unión de la izquierda. Esta incapacidad no sólo se da en Chile si no en casi toda la región. Y Venezuela, en donde los medios desinforman tratando de frenar un fenómeno que al parecer da pelea, y es que el chavismo sigue afianzándose en el poder por la vía electoral frente a la oposición que solo sabe apoyarse en los “consejos” de Washington.
Es así como la corrupción, el individualismo, la falta de diálogo, la violencia y la convivencia entre el poder de turno y los MMC se llevan los papeles de protagonistas en esta América Latina que no para de sangrar, que aprende lento, pero que todos los días sale a laburar, a pelearla, a creer y a crear. Una América Latina que sigue generándose oportunidades más allá de lxs políticxs y las multinacionales.
Y es que de a poco vamos reconociéndonos: las organizaciones sociales siguen trabajando duro en los barrios, los y las maestras siguen creyendo que el camino va por la educación, más allá de los pésimos sueldos. Muchxs jóvenes les sigue cabiendo el Che y las radios alternativas y comunitarias que no se callan más allá de las adversidades y no le dan espacio al reggaetón y a las mujeres cosificadas en la TV.
En estos tiempos tan “posmo” en donde el eslogan cae mejor que la frase de cualquier filósofx, en este mundo en donde lo efímero y liviano está mejor visto que cualquier teoría que nos haga entender el comportamiento de las sociedades y lxs seres que la constituimos, es importante entender que la fortaleza la construimos entre todxs y cada unx de nosotrxs. Desde el mochilero que decide cambiar de vida para no seguir vendiéndole su fuerza de trabajo a los que lo oprimen, pasando por la chica del campo que sigue caminando kilometros y kilometros para ir a la escuela, hasta el agricultor que sigue trabajando la tierra que debería ser suya, y no lo es, pero lo será, sin dudas, ese día llegará.
Este año se llevó a Santiago Maldonado, no no, a Santiago se lo llevó la Gendarmería, también fue asesinado Rafael Nahuel de la comunidad mapuche. Pero, por suerte, empeño y lucha el 2017 trajo también noticias que renuevan la esperanza: en Argentina varixs nietxs secuestradxs durante la dictadura, fueron recuperadxs, vamos por la 127, 127 vidas que reconstruyen nuestra historia y nuestros lazos como pueblo y ciudadanxs.
Esto es lo que no debemos dejar que nos quiten nuevamente, no debemos permitir que rompan nuestro lazo social, el reconocernos en el otro, que no nos quiten la posibilidad de generar empatía y solidaridad, de escuchar, de decir, de debatir sin que eso implique una discusión sin sentido con el solo objetivo de ganar y no de entenderse, y entenderNOS.
Siempre la marea puede cambiar…
Priscila Jardel Castello
Comunicadora
www.sinretornofm.com
santiago
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Santiago Sito