Honduras está en crisis. Después de un sinnúmero de irregularidades y denuncias de fraude durante las elecciones presidenciales del 26 de noviembre, Honduras vive días agudas de protesta, saqueo y toque de queda.
Un grupo de cineastas comprometidos en documentar la crisis en Honduras comparte con conSentido su sentís, imágenes y videos. Julia Herrera cuenta como vive los dias de protesta:
No sé por donde empezar, tal vez por el contexto de esta crisis que no empezó hace unas semanas sino desde 2009 que dieron golpe de estado a Mel Zelaya y comenzaron una serie de innumerables violaciones a los derechos humanos en Honduras. Todos nuestros índices de violencia aumentaron y llegamos a tener la ciudad más peligrosa del mundo. Las víctimas iban desde defensores de DDHH hasta periodistas y la comunidad LGTBI.
Pero a esta crisis primera las soluciones políticas que se dieron fueron unas elecciones en donde obviamente el pueblo votó por el Partido Nacional, como una especie de voto en contra de lo que el Partido Liberal había provocado y a lo que llamaron sucesión inconstitucional. Después de esto se crearon dos partidos que en las siguientes elecciones formaron la segunda y tercera fuerza del país, los partidos fueron Libertad y Refundación (Libre) y Partido Anticorrupción PAC. Entonces fue el fin del bipartidismo.
Y luego pasaron cuatro años en los de alguna manera, y bajo ciertas reglas que no incluyeron la voluntad del pueblo, Juan Orlando Hernández se postuló como candidato a una reelección inconstitucional. Creo que en estas elecciones muchos pensamos “esto será igual que el golpe” es necesario ir a votar y lo hicimos con gran entusiasmo, nadie puede negar que a diferencia de las dos anteriores estas fueron unas elecciones muy votadas.
Hoy estamos bajo Estado de sitio y han sucedido cosas que realmente se nos salen de la realidad y nos parecen salidas de películas sobre guerra, revolución o pasajes de crisis en la tan comparada con nosotros: Venezuela o Argentina y hasta la muy cercana Guatemala.
Primero fue la que algunos medios llamaron Noche Negra. Hasta ese día de la mañana las manifestaciones habían sido pacíficas y de repente había heridos, muertos, quemas de propiedad privada y pública saqueos de pequeñas, medianas y hasta las más grandes empresas nacionales y franquicias internacionales. Las razones de este cambio en el comportamiento de los hondureños aún es un misterio, algunos dicen que se debe a infiltrados para desprestigiar las manifestaciones otros que el crimen organizado se aprovecho de la coyuntura y hasta hay rumores de que las tuvieron algo que ver.
Entonces viene lo que nadie se imaginó, un estado de sitio con helicópteros militares en nuestros cielos y retenes en todo el país.
Y al día siguiente ya teníamos manifestaciones multitudinarias por la paz y la justicia en nuestro país. En las ciudades de Tegucigalpa y San Pedro Sula eran filas enormes de manifestantes de todos los colores políticos, edades, sexo, género. Obviamente es de resaltar que la represión fue para los delincuentes, no para el pueblo. El pueblo acusó de fraudulento el proceso electoral y vino lo que más bello y surreal ha sucedido en Honduras: el cacerolazo.
Cuando me llegó la convocatoria a hacer ruido desde nuestras casas me vi escéptica, no pensé que realmente fueran a hacer tanto ruido y había llorado tanto por las muertes de hasta menores de edad sin ninguna culpa. En las redes sociales la gente trasmitía en vivo el sonar de cacerolas, pitos y cohetes de pólvora, había hasta fuegos pirotécnicos en las alturas. Un halo de esperanza llegó a mi corazón y me uní con mucho fervor a esta práctica que lleva tres días y seguirá todas las noches hasta ser escuchados.
Pero esto no termina aquí. Ayer por la noche la policía nacional nos dejó con la boca abierta haciendo una huelga de brazos caídos en donde negaba a seguir reprimiendo al pueblo. Muchas comunidades les llevaron comida a sus locales. Y por la mañana se mantuvieron en el plan de servir a las personas. Evitar el caos, pero cuidar las manifestaciones. Fotos de personas dándoles flores empezaron a circular y hubo quien dijo que esa noche fue el matrimonio del pueblo con el pueblo.
No imagino que más pueda pasar en estos días. Están impugnando las actas que se escrutaron hasta ahora. Los observadores de la Unión Europea han dicho que este proceso no ha terminado. Que todas las exigencias para aceptar un escrutinio trasparente son razonables. No sé si llegaremos al voto por voto o hasta se ha hablado de una segunda ronda. Quedamos en vilo, como lo estamos desde el día de las elecciones. Ya parece que hay escasez y encarecimiento de los productos en supermercados, tiendas y demás surtidores. Hasta donde llegaremos, la historia lo contará. Pero con seguridad los hondureños y hondureñas nunca habíamos visto cosas así.
texto: Julia Herrera, 5 de Diciembre, 2017
video: Willian Reyes
fotos: Eduardo Moradel y
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