La Laguna Colorada se encuentra a aproximadamente 2 kilómetros de la plaza de armas de la Ciudad de Lampa (capital de la misma provincia), a una altura de 3890 m.sn.m., con 5 km de largo, un radio de 2.5 Km y una profundidad a los 2.50 metros, esos datos ahora son solo un recuerdo, hoy en día solo queda tierra seca donde algunas vez vivieron 70 variedades de aves.
Es el mes de diciembre, la época de lluvias ha comenzado. Se ven rayos y nubes oscuras al fondo del horizonte. Poco a poco se acercan, pero la lluvia no llega, cae escasamente y no alcanza para recuperar la antigua gloria de la laguna seca. Ahora es posible cruzar a pie por la mitad de lo que era la laguna, que es hoy una zona amplia, sin reflejos de agua, solo queda tierra marrón, desigual y quebrada.
La laguna era el sustento de muchas familias tanto para la agricultura, ganadería y la pesca, en el lugar solo queda un par de familias (la gran mayoría se trasladó a las ciudades). Una señora que cuida sus ovejas indica que la laguna disminuyo su espejo hace tres años y hace más de uno se volvió solo tierra, ella es una de las pocas personas que se han quedado cerca de la laguna
Las pocas lluvias, la alta evaporación del agua y que el principal afluente de la laguna, el rio Chihuini ya no desemboca sus aguas en la laguna (esto se da porque las personas que viven en la parte más alta de la cuenca también se abastecen del agua del río y usan la totalidad de sus aguas) son las principales causas de este desastre ambiental.
Las repercusiones del cambio en el clima son visibles y preocupantes. Se notan en zonas lejanas y afectan a las poblaciones más vulnerables que dependen de la tierra para sobrevivir. Hay medidas que pueden mitigar los efectos del cambio climático, hace más de un año ya se conoce esta noticia, y aun no se ven iniciativas de cosecha de agua (si las hay aún son de alance limitado) o de recuperación del ecosistema por parte del gobierno local, provincial, ni regional. Hay mucho por hacer.
El presente artículo y fotografías, forman parte del proyecto WañaPacha (tierra seca) que busca visibilizar los efectos del cambio climático en las zonas andinas que son especialmente vulnerables.
Texto: Marai El Fassi, Uriel Montúfar
Fotos: Uriel Montúfar
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